¿Cómo escoger el esquí que más se adecue a tus necesidades?
Una serie de interrogantes pueden surgir a la hora de comprar nuestros propios esquís. En primer lugar, el comprador, sin necesidad de convertirse en un experto, debería familiarizarse con algunos conceptos básicos y muy útiles para clarificar las ideas. Básicamente debemos conocer la MODALIDAD DE ESQUÍ que se practica.

Entre ellas las más comunes son las siguientes:
· PISTE – para los amantes del carving que practican un esquí de naturaleza lúdica, siempre dentro de los márgenes de pistas señalizadas y nieve acondicionada.
· ALL MOUNTAIN – para aquellos que se atreven tanto con el carving propio de las pistas, pero que también disfrutan de alguna incursión fuera de ellas, en terrenos no acondicionados y condiciones de nieve variables.
· FREESTYLE – para esquiadores que realizan trucos y maniobras en el snowpark y fuera de él, buscando la máxima maniobrabilidad tanto sobre la nieve como en el aire.
· FREERIDE – para aquellos que evitan las pistas y se adentran en terrenos salvajes en busca de nieve virgen y pendientes pronunciadas.
Cuatro son los datos geométricos de un esquí que, trabajando en sinergia junto al tipo de CONSTRUCCIÓN empleada, definirán su comportamiento y por consiguiente la obtención de los resultados buscados por el esquiador, es decir, que sea más o menos veloz, más o menos reactivo o permisivo, que sea más o menos efectivo en diferentes tipos de nieve y virajes, derrapajes, saltos, etc.: LONGITUD, LÍNEA DE COTAS, RADIO DE GIRO, PERFIL y CONSTRUCCIÓN.
LONGITUD. Múltiples factores deben tenerse en cuenta a la hora de elegir la longitud del esquí. Principalmente, se define según el perfil personal de cada esquiador: estatura, peso, complexión, condición física, nivel técnico, estilo (agresivo/conservador); pero también depende de la modalidad a practicar y de preferencias personales como por ejemplo el tipo de terreno preferido.
Puede tomarse como punto de partida la propia estatura del esquiador y a partir de esta aplicar correcciones al alza o a la baja. Los esquiadores debutantes e intermedios, normalmente de estilo conservador, deberán elegir una longitud más pequeña; mientras que los más agresivos y avanzados podrán optar por un esquí más grande.
LÍNEA DE COTAS. Hace referencia a las dimensiones de ancho del esquí en su espátula (parte delantera del esquí, su función es la entrada en el giro, por lo que se encuentra ligeramente curvada hacia arriba), patín (parte central y más estrecha del esquí que se halla justo bajo la bota) y cola (parte posterior del esquí, puede estar un poco elevada en algunos esquís para facilitar la salida del giro).
RADIO DE GIRO. Este valor es el resultado de la distancia desde el borde hasta el centro de la circunferencia que traza un esquí al girar, y viene dado por combinación de las medidas de LONGITUD y de la LÍNEA DE COTAS.
PERFIL. Forma arqueada hacia abajo o hacia arriba que, sujeto al apoyo del esquiador, proporciona un óptimo contacto con el terreno, asegurando un mejor agarre y precisión. El perfil arqueado hacia abajo se denomina CAMBER y el perfil arqueado hacia arriba se denomina ROCKER. En algunos esquís se puede encontrar una combinación de ambos, distribuidos en diferentes zonas del esquí.
CONSTRUCCIÓN. Dependiendo de los materiales utilizados (maderas, fibra de vidrio, poliuretanos inyectados, aleaciones de metales, etc.) y la disposición de estos, harán un esquí será “más duro a más blando”.
La rigidez de flexión y de torsión provoca principalmente que un esquí vuelva antes o después a su forma original, y en medida de esto el esquí será más o menos reactivo o tendrá mayor o menor aceleración al terminar una curva y enlazar la siguiente. Los esquís más rígidos, aunque demandan más nivel técnico y forma física, son más estables y vibran menos que los más blandos. Estos últimos son más permisivos con aquellos esquiadores de estilo conservador o con aquellos que se están iniciando en la práctica de este deporte.